Yohualichan es un asentamiento prehispánico del siglo V d. C, cuyo nombre proviene de la lengua náhuatl y significa "Casa de la noche". Sus primeros habitantes hablaban totonaco, por lo que es muy probable que el nombre actual sea una traducción de otro más antiguo pero con el mismo significado. Este conjunto de cinco pirámides bajas cuya arquitectura tiene cierta similitud al monumental Tajín, se ubica sobre la Sierra Madre hacia el norte, rumbo a la costa veracruzana; es un terreno bastante abrupto que aún hoy en día, hace difícil la comunicación entre las localidades; se encuentra a una altura de 700 metros sobre el nivel del mar, aproximadamente. La zona es de particular interés porque sus vestigios comprueban la presencia dominante de diferentes grupos. Las palmas y yugos de piedra, la cerámica y la arquitectura dan fe de que formaba parte primordial del antiguo Totonacapan, cuyas cabeceras principales fueron ciudades como el Tajín, Cempoala y Misantla. Su semejanza con la del Tajín, es sobre al uso de los nichos en los tableros de los cuerpos que conforman las distintas estructuras. Su centro ceremonial se asienta sobre varias plataformas que según su tamaño, sostienen basamentos piramidales, plazas, un juego de pelota y el área habitacional. En la construcción de los edificios se utilizaron materiales que abundan en la región; se trata de rocas que se obtienen con mucha facilidad de las canteras y que permiten obtener bloques que requieren de trabajo para tallarse. En el juego de pelota hay bloques de más de tres metros de largo, para los laterales y para las cornisas de las estructuras. Los edificios tienen grandes escaleras que dan hacia la plaza y/o a los distintos niveles del sitio. En algunos casos se muestran escaleras de doble alfarda o bien de alfardas laterales simples. Es sobresaliente el hecho de unir en ángulo las escaleras de dos edificios comunicados a la plaza. En la parte posterior del templo llamada "La Greca", pero a un nivel superior al de la plaza, se encuentra el Juego de Pelota que aunque no tiene aros de piedra, es uno de los más grandes que se conocen en Mesoámerica, pues la cancha mide cerca de 90 metros de largo. Su forma pertenece dentro de los juegos con planta en forma "I". Actualmente el pueblo de Yohualichan se asienta sobre la zona arqueológica, sus habitantes son indígenas de habla Ontemp; gente que se caracterizan por la firme persistencia de sus costumbres tanto en el vestido como en otros aspectos. Al parecer los antepasados de estos grupos se asentaron aquí después de haber expulsado a los totonacas, que por más de 800 años habían poblado la región. Fuentes: |
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