Una visita obligada es al Volcán el Ceboruco que se ubica al norte de la cabecera municipal. Mide más de 2,280 metros de altura, ha tenido varias erupciones, la más reciente se dio en 1875. Es uno de los pocos a los que se puede llegar caminando a su cráter principal. Su nombre original era "Tonatl", que en Nahuatl significa "Gigante Negro", mientras que "Ceboruco" significa "Pedregal". En la actualidad se ha transformado en un parque natural muy frecuentado por quienes gustan del montañismo y ciclismo de montaña, ya que ofrece extraordinarios paisajes desde lo más elevado de los valles nayaritas y sus caídas de agua. Cuenta con mirador para observar el rocoso panorama de lava petrificada. Es necesario avisar en la Presidencia Municipal de Jala que se desea subir a El Ceboruco. Cerro de la Cruz: Sitio ideal para realizar un picnic familiar mientras se disfruta de los exuberantes bosques de encino y cedro. Cascada El Salto: Se ubica a siete kilómetros de Jala, por el camino a Jomulco. Es una caída de agua de 30 metros de altura que sólo aparece de junio a septiembre. El último kilómetro antes de llegar a la cascada se recorre a pie. Ixtlán del Río: Ciudad que data de la época prehispánica; entre sus atractivos están la plaza principal que luce un quiosco traído de París en 1885 y el templo de Santiago, con una bella fachada de estilo barroco. En la cima de uno de los cerros de Ixtlán se levanta una enorme escultura del Cristo Rey; desde esta altura se pueden observar valles y la zona arqueológica de Los Toriles, una asentamiento prehispánico que se remonta al Postclásico, entre 800 al 1200 d.C. Ahuacatlán: Al visitar esta comunidad se antoja un paseo por su plaza principal, cuyo centro está adornado por un quiosco. Los Altos de Pineda: Un mirador que ofrece magníficas vistas de Jala, Ixtlán del Río, el volcán Ceboruco y Ahuacatlán. Las Tinajas: Pequeñas cascadas que forman albercas naturales rodeadas de vegetación. Fuentes: |