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 Tanto Sombrerete como Chalchihuites, Sain Alto, Jiménez del Téul, Valparaíso así como los municipios colindantes de los estados de Durango y de Jalisco muestran asentamientos indígenas prehispánicos. Investigaciones realizadas en estos lugares indican que la cultura de estos lugares es la llamada "Chalchihuites", la cual duró desde el preclásico superior hasta la mitad del epiclásico (primeros años de nuestra era al 900). Los grupos humanos de este territorio eran sedentarios, dedicados primordialmente a la agricultura y en menor medidad a la caza. Las causas de la desaparición de estos grupos asentados en la región se desconocen; se cree pudieron ser el cambio en las condiciones del ambiente, una mayor presión de los grupos nómadas y el fin de las metrópolis de los valles centrales de Mesoamérica. Conforme desaparecieron las comunidades el territorio fue paulatinamente ocupado por grupos de nómadas, recolectores y cazadores llamados "chichimecas" hasta la llegada de los españoles. El 6 de junio de 1555 arribó a la región Juan de Tolosa, al frente de un reducido grupo compuesto de españoles, frailes franciscanos e indígenas aliados. Se ubicaron en las orillas de un manantial que se encontraba al fondo de una barranca, y al pie de un cerro cuya forma semejaba un sombrero; las óptimas condiciones del lugar fueron decisivas para establecerse y fundar un poblado al que le dieron el nombre de Sombrerete. Al continuar con las exploraciones del lugar por parte de los españoles, Tolosa confía el Nuevo Real a Don Alonso de Llerena quien preocupado por el repentino crecimiento de la población y la riqueza de minerales en las minas del municipio, logró que en noviembre de 1570 se le diera al lugar el rango de Villa, bajo el nombre de San Juan Bautista de Llerena Real y Minas de Sombrerete de Pabellón y Vetanegra. Este lugar además se ser rico en vegetación y fauna lo era en minerales pues en poco tiempo convirtieron al distrito en el más rico del estado; en su Caja real se recaudaban los "quintos" reales además se fundían y ensayaban minerales provenientes de regiones tan alejadas como Chihuahua y Sinaloa. La sociedad que surgió entonces aplicó la riqueza argentífera para favorecer el comercio y la agricultura, igualmente se preocupó por embellecer las edificaciones religiosas. En esta época inició la formación de haciendas que sobrevivieron hasta principios del siglo XX. Las minas que le dieron mayor fama a Sombrerete son las de Pabellón y Vetanegra, cuyas riquezas legendarias permitieron a la familia Fagoaga acceder al título del Marquesado del Apartado. Otra familia que se benefició de las actividades económicas de la región fue la De la Campa y Cos, que tuvo el título del Condado de San Mateo de Valparaíso. Durante la Colonia, Sombrerete tuvo categoría de alcaldía mayor y después de subdelegación de la Intendencia de Zacatecas. En 1810 se estableció una Casa de Moneda, ahí se acuñó la famosa emisión de monedas "Vargas". En la guerra de Independencia algunos sombreretenses contribuyeron con la causa enviandon dinero a través de Julián Fernández, hermano de Félix, conocido en la historia del país como Guadalupe Victoria, primer presidente de la República. Al consumarse la Independencia, Sombrerete fue elevado a categoría de ciudad por el Congreso Constituyente de Zacatecas el 22 de septiembre de 1824. Con la Toma de Zacatecas en 1914, fue capital del estado durante un año. A partir de 1918 es uno de los municipios libres del estado de Zacatecas, de acuerdo a la Constitución local de esta fecha.
Hoy Sombrerete es una de las regiones agrícolas más importantes del país. En el estado, el municipio ocupa un lugar preponderante por las actividades comerciales que dominan la región norte de Zacatecas. Culturalmente hablando Sombrerete ha sido reconocido como Pueblo Mágico el 17 de febrero de 2012 por la importancia y conservación de sus edificaciones, costumbres y tradiciones. Fuente: www.sombrerete.gob.mx/archivos/ |
