En el año de 1578 Parras comenzó a poblarse, produciéndose una colonización más estable nueve años después. Los asentamientos que habían fracasado, entre ellos el de Cópala el cual se realizó presuntamente en la orilla de la Laguna de Mayran y las mercedes otorgadas a particulares, pasaron a poder del español Francisco de Urdiñola. Urdiñola estableció su casa, viñedos y bodegas y al lugar lo llamó la Misión de Santa María de las Parras. La hacienda por su parte, sería reconocida como hacienda de arriba, también como estancia de Urdiñola y después de la independencia de México como Hacienda del Rosario. Años más tardes hubo otra finca que al igual que la de Urdiñola comenzó a dar frutos, ésta se ubicaba hacia el norte a una legua de distancia, se llamaba Hacienda de abajo de San Lorenzo propiedad de Don Lorenzo García. Luego de varios años, el 18 de febrero de 1598 el capitán Antón Martín Zapata acompañado del padre jesuita Juan Agustín de Espinoza, ocuparon el territorio al que le dieron por nombre Villa de Santa María de las Parras. Un año después y por órdenes expresas del virrey Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey, se procede a trasladar hasta esas tierras a un grupo importante de indígenas tlaxcaltecas, que en ese entonces radicaban en Saltillo. Como testimonio de tal acontecimiento, la ciudad conserva una cruz que se encuentra en un sitio conocido como Cueva de Texcalco, lugar donde se creó la congregación indígena. Parras finalmente deja de pertenecer a la jurisdicción de la Nueva Vizcaya, por Cédula Rea del 21 de mayo de 1785, se agregó junto con Saltillo a la provincia de Coahuila, cuya capital en ese entonces era Monclova. Otro hecho que forma parte de la historia de Parras sucedió el 4 de julio de 1821, cuando las autoridades del lugar firman la Independencia de México y luego 25 años más tarde, el lugar es ocupado por las fuerzas de la intervención norteamericana al mando del general John Wool. Para 1866, las fuerzas mexicanas derrotan a los ejércitos franceses iniciándose así el triunfo de la República sobre el segundo imperio. A los dos años de este acontecimiento, la Villa de Parras fue elevada a la categoría de ciudad ostentando ahora el nombre de Parras de la Fuente, en honor al abogado saltillense Juan Antonio de la Fuente, defensor de los mexicanos en contra de los invasores franceses. Durante la guerra revolucionaria Parras no se quedó al margen, ya que el 16 de abril de 1911 las fuerzas maderistas al mando del general Adame Macías toman la ciudad. A pesar de las intervenciones militares nacionales y extranjeras que vivió Parras su desarrollo económico no se detuvo, prueba de ello fue la fuctífrera fábrica la Estrella, creada en 1854 por el coronel Rafael Aguirre y adquirida en 1898 por Evaristo Madero (abuelo del ilustre Francisco I. Madero y su hermano Gustavo A, Madero), mismo que fundó la famosísima casa vitivinícola Madero y quien logró consolidar su fama internacional en la producción de mezclilla de alta calidad. La historia del Municipio de Parras y en partícular de la localidad de Parras de la Fuente, sus construcciones y costumbres que han permanecido intactas por
cientos de años, le han valido su adhesión al Programa de Pueblos Mágicos que fue elaborado por la Secretaría de Turismo. Fuentes: |
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