Los primeros pobladores del lugar descendían de familias tlaxcaltecas dirigidas por Don Buenaventura de Paz y Don Joaquín de Velasco, quienes dieron al lugar el nombre de San Isidro de las Palomas. El 31 de octubre de 1591, el capitán Francisco de Urdiñola fundó oficialmente dicho lugar, conservando su nombre y otorgando a dichos tlaxcaltecas, tierras para siembra de trigo. Posteriormente los españoles construyeron en el lugar, molinos movidos por agua que conducían fuertes acueductos de trazo romano, cuyas ruinas aún conservan. En conjunto con los españoles, tlaxcaltecas y guauchichiles convirtieron a esta zona en productora de trigo y manzana. Para 1608, llegaron a estas tierras irlandeses de apellido O 'Davis, el cual se castellanizó en Udave, obteniendo posesiones de tierras y aguas. Entre 1865 y parte de 1866, el poblado estuvo ocupado por los franceses que pertenecían a las fuerzas del general Félix Dowa; la relación entre locales y extranjeros se consideraba buena. Conforme paso el tiempo, San Isidro de las Palomas continuó dependiendo de Saltillo hasta el 29 de diciembre de 1866, cuando por decreto del gobernador, Comandante militar general Andrés S. Viesca, se le concedió el título de villa de Arteaga, en memoria del general José Ma. Arteaga, quien habiendo nacido en Aguascalientes en 1833, ocupó la gubernatura del estado de Querétaro por el año de 1857. José María participó activamente durante las guerras de intervención norteamericana y francesa a favor de la patria, antes de morir fusilado en Uruapan por instrucciones de Maximiliano, en octubre de 1865. Al paso del tiempo y a pesar de sus altibajos, artega ha defendido con fuerza sus tierras y logrado mantener sus costumbres y tradiciones, aspectos que le han valido el calificativo de Pueblo Mágico por la secretaría de Turismo a nivel federal; tal distintivo fue otorgado en agosto del 2013. Fuentes: |
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