Localización y extensión
Las barrancas del cobre son un bello y majestuoso escenario natural. Estan ubicadas en el estado de Chihuahua, en las montañas de la Sierra Madre donde sólo se puede accesar por tren, el famoso Chihuahua-Pacífico [Chepe]. Este sistema natural esta formado por una serie de 20 cañones y crestas, cuya magnitud es cuatro veces superior a la del Gran Cañón de Arizona, aunque claro diferente en su naturaleza; siendo mas angosto, más profundo y con abundante vegetación. El área cubre una superficie de 60,000 kilómetros cuadrados de territorio escarpado. Los ríos (Fuerte, Mayo y Yaqui) que nacen en los altos bosques han formado un laberinto de 16,000 kilómetros de espectaculares desfiladeros en la roca volcánica. Flora y fauna Su contrastante vegetación conforme se va descendiendo hacia lo hondo de las barrancas es digna de admirarse. De vegetación de climas fríos , llegando a los 400 msnm se pueden encontrar plantas características de climas semitropicales y húmedos. Esta diversidad también se presenta en la fauna, ya que abundan las especies de mamíferos, aves, reptiles, peces de agua dulce, anfibios, etcétera. Las seis principales barrancas o cañones del sistema son:
Más que visitar Arquitectura: La colonización de la sierra la iniciaron los misioneros jesuitas a principios del siglo XVII. Su primera misión fue la de Santa Inés de Chínipas, establecida en 1626. Con el tiempo llegaron a fundar más de 50 misiones a todo lo largo de la sierra, antes de que fueran expulsados de ella en 1767 por órdenes del rey de España, Carlos III. Las misiones más importantes y de las cuales aún se conservan sus iglesias fueron las de Sisoguichi, Cerocahui, Norogachi, Cajurichi, Bocoyna, Guaguachique, Cuzárare y Satevó, entre otras. Sitios arqueológicos:Destacan los del municipio de Madera (cuevas con casas de adobe de la cultura Paquimé), haciendas y otros. Acción y aventura En este amplio y exhuberante escenario se pueden practicar múltiples actividades ecoturísticas, entre ellas la escalada en roca, rappel, bicicleta de montaña, caminatas, campamentos, paseos a caballo, pesca, paseo en balsa, observación de aves, así como competencias deportivas de talla internacional. Artesanías Y como quien visita un lugar tan singular como este no puede irse con las manos vacías, se pueden adquirir artesanias elaboradas por los Tarahumaras. Al comprar sus bellos canastos de hoja de pino, vasijas u ollas de barro, se esta llevando un pedacito de ellos, pero además esta colaborando con su economía. Los Tarahumaras: Legendarios habitantes Visitar las barrancas del cobre es introducirse en un mundo diferente, donde se puede respirar aire puro y realizar diversas actividades en contacto directo con la naturaleza. Pero además es un lugar muy rico en cultura, ya que ha sido por 500 años el hogar de los indios Tarahumara (Rarámuri, la gente de los piés veloces, como se llaman a ellos mismos). Sus comunidades están conformadas de 5 a 20 familias asentadas en pequeños valles a orillas de los arroyos. Viven en cuevas y chozas primitivas, como lo hicieron sus ancestros, es un pueblo que orgullosamente ha conservado su singular cultura mucho más que la gran mayoría del resto de los nativos de Norteamérica. Han elegido vivir apartados de la cultura occidental moderna. Viven una existencia sencilla y primitiva subsistiendo del maíz, el frijol y sus animales de corral. Durante el invierno habitan en cuevas y en el verano en pequeñas cabañas de troncos. Son excelentes tejedores y producen finas y coloridas cobijas de lana que les proporcionan calor durante los crudos inviernos en las barrancas. Los Tarahumaras han sobrevido al pasar de los años y hoy por hoy siguen siendo una tribu fuerte, sana y unida. En sus curaciones utilizan una gran variedad de especies de plantas medicinales que actualmente constituyen un rico legado a las ciencias curativas modernas. Y que decir de sus impresionantes fiestas, sobre todo las de Semana Santa (se recomiendan las de Arareko, Cuzárare, Basíhuare y Norogachi). Hombres y mujeres que con sus manos fabrican una rica variedad artesanal formada por herramientas, adornos y utensilios que actualmente se venden a los turistas. Las mujeres tejen gruesas cobijas, bolsos, cintas, extraordinarios cestos y sombreros hechos con materiales de la región; mientras que los hombres son diestros en la talla de la madera. "La concienca de la Sierra Tarahumara" como se le conoce a esta noble raza, son gente que inspiran respeto, amabilidad y amor. |